Nothing like you

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sábado, 26 de febrero de 2011

If we can't make memories, we can't heal.

Supongo que hay momentos en los que pierdes el control de la situación.
Momentos ante los que la única salida posible es dejar las cosas como están. Pero una no puede dejar de darle vueltas a esas cosas cuando tiene que rendir cuentas a alguien. Y peor aún, cuando ese alguien es una misma.
Cuando limitas con sueños intangibles, cuando no sabes hacia dónde estás virando el rumbo de tus sueños, cuando las palabras que salen de tu boca son mentira y engañas o eso crees porque tal vez en realidad te estés engañando a ti misma. Cuando decides romper tus propias normas, cuando las razones se agotan y el tiempo se te echa encima, nada sale como esperas. Ni los mejores planes. Y es que las personas llegan, se marchan, se escapan, se quedan contigo y se mueren. Te ayudan o te hunden un poco más. Pero los sueños no, ni siquiera mueren. Los sueños llegan, te atrapan y no puedes escapar de ellos. Y son por éstos por los que la batalla debe continuar, el conflicto interno entre lo que deberías hacer y lo que los demás creen que deberías estar haciendo: entre tus sueños y los de los demás.
Pero luego llegan las heridas. Heridas sin cicatriz, las peores, las heridas invisibles del alma, que duelen, que queman, que no podemos curar nosotros mismos, que no cierran con el paso del tiempo. Las heridas que son efecto secundario de nuestras malas elecciones y que sólo cierran, y además de golpe, el día que escuchas las palabras que necesitabas escuchar.

Y ahora me rompo, me callo, me paro, me olvido, me ato la manos, me pongo la venda en los ojos, no escucho, me mantengo al margen, dejo de implicarme y espero. Tengo que encajar las piezas del rompecabezas pero aunque el tiempo aprieta cada día un poquito más esta cuerda... ya habrá momento de hacerlo.

(creo que cuando no recuerdas nada, quizá es porque no debes recordar)

lunes, 7 de febrero de 2011

Febrero.

You against you. You against you. You against you. You against you. You against you. You against you...


A menudo nos distrae de tal modo la guerra interna entre lo que deseamos hacer y lo que debemos hacer que pasamos por alto lo que necesitamos hacer. Necesitar no en el sentido de obligación para con los demás, sino en el sentido de conservar uno la cordura. Llega un momento en el que lo que los demás opinan que deberíamos hacer entra en conflicto directo con lo que nuestra cabeza o nuestro corazón nos pide hacer, y es entonces cuando debemos decidir si nuestra prioridad es complacer a los demás o complacernos a nosotros mismos.


(Ghostgirl quotes)