Nothing like you

NOTA ANTES DE LEER EL CONTENIDO DEL BLOG: Por favor, NO te apropies de lo que no te pertenece.

jueves, 16 de junio de 2011

Cómo han cambiado las cosas...

Ven, dame la mano. Voy a contarte algo que nunca antes te había contado.


Verás, cuando era niña, creía que si deseabas algo con mucha fuerza y pensabas siempre en ello, al final, lo conseguías. Recuerdo que, como todas las niñas, quería ser una princesa, incluso imaginaba que algún día lo sería de verdad, y me veía en un castillo enorme en lo alto de una colina. Cuando fui creciendo, me di cuenta que ciertas cosas son imposibles en esta vida, y la colina desapareció y en lo alto en vez de un castillo imaginé un avión. Ya no era princesa, ahora me imaginaba volando por el cielo. Seguí creciendo y...caí en la cuenta: no importa lo fuerte que sueñes, lo mucho que desees, ciertas cosas no están hechas para ti.


Verás, lo que intento decirte es que siempre existirán los imposibles, habrá sueños que trataremos de disfrazar pero no se cumplirán. Ya lo dije, tenía un sueño y bueno, creo que este verano, de momento, no va a nevar.

domingo, 12 de junio de 2011

420 días compartiendo sístoles y diástoles.

"-Y me tumbo a su lado hasta que al final mi cabeza acaba sobre su pecho. Sus latidos retumban en mis oídos, y es de esas pequeñas cosas que adoro, que no cambiaría por nada, estaría horas así, escuchando esa especie de melodía que viene de dentro, siguiendo el ritmo, hasta quedarme dormida. Y una sonrisa se escapa cuando me doy cuenta de todo, de que él sabe que a pesar de las adversidades, al otro lado del sofá hay otro corazón, algo más pequeñito, luchando por acercarse, y que como siempre, al final lo ha conseguido, que ahora incluso consigue que respiremos a la vez y que en vez de dos seamos uno."


Y sí, es uno de esos momentos que no quieres que acaben nunca.