Frío, que te recorre el cuerpo, acompañado de recuerdos que llegan de nuevo a tu cabeza. Nudo en la garganta que se hace insoportable. Te mueres de ganas y quieres, porque no pierdes nada, aunque tampoco ganas. Pero, simplemente, no puedes. Y te muerdes la lengua mientras te envenenas a base del licor más caro. Des-amor.
Y, al final, te acabas pillando los dedos en el cajón de tus propios recuerdos...
(y que, a largo plazo, hay recuerdos que acaban saliendo muy caros)
Me ENCANTA la foto.
ResponderEliminar(L)
me gusta la foto y la penultima frase mucho mucho!
ResponderEliminarun besoo! :)
Wow un texto precioso ^.^
ResponderEliminarme encanta como redactas!
:)