"-Y me tumbo a su lado hasta que al final mi cabeza acaba sobre su pecho. Sus latidos retumban en mis oídos, y es de esas pequeñas cosas que adoro, que no cambiaría por nada, estaría horas así, escuchando esa especie de melodía que viene de dentro, siguiendo el ritmo, hasta quedarme dormida. Y una sonrisa se escapa cuando me doy cuenta de todo, de que él sabe que a pesar de las adversidades, al otro lado del sofá hay otro corazón, algo más pequeñito, luchando por acercarse, y que como siempre, al final lo ha conseguido, que ahora incluso consigue que respiremos a la vez y que en vez de dos seamos uno."
Y sí, es uno de esos momentos que no quieres que acaben nunca.
Yo hoy necesito todo ese ruido en mi cabeza.
ResponderEliminara mi no me dejan intentar acercarme
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