Ven, dame la mano. Voy a contarte algo que nunca antes te había contado.
Verás, cuando era niña, creía que si deseabas algo con mucha fuerza y pensabas siempre en ello, al final, lo conseguías. Recuerdo que, como todas las niñas, quería ser una princesa, incluso imaginaba que algún día lo sería de verdad, y me veía en un castillo enorme en lo alto de una colina. Cuando fui creciendo, me di cuenta que ciertas cosas son imposibles en esta vida, y la colina desapareció y en lo alto en vez de un castillo imaginé un avión. Ya no era princesa, ahora me imaginaba volando por el cielo. Seguí creciendo y...caí en la cuenta: no importa lo fuerte que sueñes, lo mucho que desees, ciertas cosas no están hechas para ti.
Verás, lo que intento decirte es que siempre existirán los imposibles, habrá sueños que trataremos de disfrazar pero no se cumplirán. Ya lo dije, tenía un sueño y bueno, creo que este verano, de momento, no va a nevar.
¡No hay nada imposible! Todo es buscarlo.
ResponderEliminarEstoy seguro de que tarde o temprano lo conseguirás porque tú has nacido para eso. No hay más que verte la cara cuando ves un avión :)
ResponderEliminarlos sueños son necesarios en esta vida aunque a veces no muy recomendables
ResponderEliminarPd: lo raro es escuchar Russian Red jaja
un besoo! :)
Vivimos de sueños... Lo importante es luchar por ellos y vivir el día a día sonriendo.
ResponderEliminarUn muá enorme :)
pero no hay que perder la esperanza y seguir deseándolos con fuerza, quien sabe, igual se pueden acabar cumpliendo :)
ResponderEliminarPero no desesperes! :)
ResponderEliminarMe encanta Tintín y me encanta tu blog!