La misma mano que agarró la mía una noche de invierno y tiró de mí hacia un lugar imposible y que hoy me sigue sosteniendo. El mismo dedo índice que hoy recorre mi piel y que un día tocó la esquina del archivador. La misma mirada repentina que me hizo sonreír y que sigue sacándome sonrisas. El mismo brillo en los ojos que hoy delata y que golpeó con fuerza un frágil corazón y lo dejó en la cuerda floja. Pero no las mismas ganas ni las mismas sensaciones ni tampoco los abrazos ni los sentimientos. El recuerdo de los sustos, de la vergüenza y del miedo. Y los besos imposibles con las palabras susurradas. Y la cuerda floja con un abismo debajo del que me has salvado. Otra vez día par: tal vez no es casualidad. ¿Y aún no te das cuenta de cómo has cambiado mi rutina? Ya no temo a nada porque sé que seguirás aquí. Sólo...no quiero volver a tropezar.
(Y al otro lado del abismo... ahora sólo estamos tú y yo)
Que bien escribes chiquilla! te envidio :)
ResponderEliminarY no volverás a tropezar !
ResponderEliminarQué texto más precioso.. (:
me encanta :) te sigo por aquí!
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